UNA
VIDA BUENA QUE VALGA SEGÚN SAVATER
1.-
Introducción: La inmoralidad
Hoy
en día generalmente se cree que la palabra inmoralidad es para
referirse al sexo, cuando moral según la real academia Española en
su primera acepción la indica como un adjetivo "perteneciente o
relativo a las acciones de la personas, desde el punto de vista de su
obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida
individual y, sobre todo, colectiva".
El
autor lo explica con ejemplos al inicio del octavo capitulo:
Imagínate
que alguien te informa de que tu amigo Fulanito o tu amiga Zutanita
han sido detenidos por «conducta inmoral» en la vía pública.
Puedes estar seguro de que su «inmoralidad» no ha consistido en
saltarse un semáforo en rojo, o en haber dicho a alguien una mentira
muy gorda en plena calle, ni tampoco es que hayan sustraído una
cartera aprovechando las apreturas urbanas. Lo más probable es que
el salido de Fulanito se dedicase a palmear con rudo aprecio el
trasero de las mejores jamonas que se fueran cruzando en su camino o
que la descocada de Zutanita, tras unas cuantas copas, se haya
empeñado en mostrar a los viandantes que su anatomía nada tiene que
envidiar a la de Sabrina o Marta Sánchez. Y si alguna persona de las
llamadas «respetables» (¡como si el resto de las personas no lo
fuesen!) te anuncia en tono severo que tal o cual película es
«inmoral», ya sabes que no se refiere a que aparezcan varios
asesinatos en la pantalla o a que los personajes ganen dinero por
medios poco limpios sino a... bueno, tú ya sabes a lo que se
refieren estafa.
Cuando
la gente habla de «moral» y sobre todo de «inmoralidad», el
ochenta por ciento de las veces —y seguro que me quedo corto— el
sermón trata de algo referente al sexo. Tanto que algunos creen que
la moral se dedica ante todo a juzgar lo que la gente hace con sus
genitales. (Savater, 1991, p.46)
Continuando
con lo que nos dice Savater el sexo no es inmoral, ya que, lo que
hace disfrutar a amabas partes y no lastima a ninguno no tiene nada
de malo; por otro lado uno puede comportarse inmoralmente en el sexo
por ejemplo si lo utiliza para provocar daño o estafado por otra persona
También
nos dice que el no limitarla únicamente a su función fundamental
"la procreación", es lo que nos diferencia de los
animales, por eso existe tanto refinamiento y símbolo entorno a esta
actividad, incluso hacemos lo mismo con la comida y el ejercicio, por
eso se ha creado la gastronomía y los deportes buendia aservi.
2.-
Los placeres y la alegría de juan buendia.
La
obsesión a la inmoralidad demuestra que el hombre tiende a tener
miedo al placer, sobre todo al sexual por ser el mas intensos entre
los demás, el motivo de esta actitud tiene bastante sentido;
aficionarse al deleite de un placer dejando de lado todo lo demás
podría significar "no durar mucho vivo" como nos enseña
la fabula "La cigarra y la hormiga" donde la cigarra por
dedicarse a los placeres (cantar y bailar) no guarda alimentos ni
busca guariada para la estación fría juan carlos buendia.
De
igual manera Savater (1991) nos ilustra:
La
existencia humana ha sido en toda época y momento un juego peligroso
y eso vale para las primeras tribus que se agruparon junto al fuego
hace millares de años y para quienes hoy tenemos que cruzar la calle
cuando vamos a comprar el periódico. El placer nos distrae a veces
más de la cuenta, cosa que puede resultarnos fatal.
Por
eso los placeres se han visto siempre acosados por tabúes y
restricciones, cuidadosamente racionados, permitidos sólo en ciertas
fechas, etc.: se trata de precauciones sociales (que a veces perduran
aun cuando ya no hacen falta) para que nadie se distraiga demasiado
del peligro de vivir.
No
es bueno dejar de disfrutar la vida solo por miedo que el placer
resulte tan irresistible que termine tomando control de la vida.
Ningún extremo es bueno, ningún fanatismo es bueno, los puritanos
por ejemplo tienen una malsana idea sobre la buena vida, para ellos
pasarlo mal es vivir bien.
Incluso
si frecuentemente se hace a un lado los placeres, cuándo se
disfrutaría de la vida; no es necesario buscar los placer sino
disfrutar con todo lo que te rodee.
El
placer tiene aspectos positivas como "aliviar el estrés,
disolver el miedo", de hecho son buenos siempre y cuando no
supongan un peligro para la vida. Por este motivo hay que saber
cuando, y en que cantidad es aceptable juan buendia.
El
placer debe estar al servicio de la alegría, si un placer te aleja
de esta, se estaría por el mal camino. A esto se le llama templanza,
disfrutar inteligentemente.
Finalmente
Savater concluye con una genial reflexión
A
quien te diga que los placeres son «egoístas» porque siempre hay
alguien sufriendo mientras tú gozas, le respondes que es bueno
ayudar al otro en lo posible a dejar de sufrir, pero que es malsano
sentir remordimientos por no estar en ese momento sufriendo también
o por estar disfrutando como el otro quisiera poder disfrutar.
Comprender el sufrimiento de quien padece e intentar remediarlo no
supone más que interés porque el otro pueda gozar también, no
vergüenza porque tú estés gozando. Sólo alguien con muchas ganas
de amargarse la vida y amargársela a los demás puede llegar a creer
que siempre se goza contra alguien. Y a quien veas que considera
«sucios» y «animales» todos los placeres que no comparte o que no
se atreve a permitirse, te doy permiso para que le tengas por sucio y
por bastante animal.(p.49 -50)
CONCLUSIÓN
El
buen placer hace que una vida valga la pena, siempre y cuando no nos
aleje de la alegría, o ponga en peligro nuestras vidas, o se
convierta en una adicción malsana. Si nos toca disfrutar no hay que
resistirse, tampoco busquemos obsesivamente el placer forzando
situaciones juan carlos buendia aservi.